A medida que nos acercamos el 9, 10 y 11 de septiembre al gran llamado de nuestra parroquia a la renovación y el avivamiento espiritual, buscamos celebrar y renovar el poder de nuestra fe para sanar y dar vida. “Hacer justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con nuestro Dios y con los demás”.
Estamos llamados a recordar el poder y la posibilidad de una fe verdaderamente viva en Dios. Esa comprensión nos da fuerza, esperanza, compromiso y el gozo de hacer la obra de construir el Reino de Dios. Aquí hay algunas reflexiones para alimentar su alma en preparación para nuestra renovación, nuestro avivamiento.
Para comprender el florecimiento y la prosperidad humanos, debemos comprender la alegría. Sugerimos que la alegría se conceptualiza mejor como una virtud, un hábito psicológico, compuesto de adaptaciones características y dado un significado por la identidad narrativa trascendente. Por lo tanto, la alegría implica conocer, sentir y representar lo que más importa.
La alegría es ese elemento especial que le da textura y sabor a nuestra vida diaria. Sin él, nos quedamos con el corazón y la mente cerrados. Necesitamos aprender a encontrarlo, crecer y compartirlo.
Padre Gerry
Encuentra un lugar en el interior donde haya alegría, y la alegría quemará el dolor. – Joseph Campbell
La vida es una serie de momentos dolorosos o alegres, que se suceden en un ciclo sin fin. Siempre que el dolor se acerca a nosotros, nuestra única salvación es buscar lugares de belleza, gozo y paz. Dondequiera que haya alegría, nuestras almas pueden sanar. Cuando la mente es pura, la alegría sigue como una sombra que nunca se va. – Buddha
La alegría tiene algo muy puro e inocente. Es un sentimiento que nos recuerda la inocencia de la infancia y todos sus placeres sin fin. Una mente pura, abierta al encanto del mundo, puede encontrar alegría en todas partes. La alegría es una red de amor con la que puedes atrapar almas. – Mother Teresa
Las almas que son capaces de amar también son capaces de una inmensa felicidad y alegría. La alegría es el camino que conduce tanto al amor como a la felicidad. Una vez que nos dedicamos a cultivar la alegría, descubrimos que estamos rodeados de amor. La alegría es el asunto serio del Cielo. – C. S. Lewis
La vida tiene el potencial de ser asombrosa una vez que nos concentramos en descifrar todas sus maravillosas sutilezas, matices y detalles. Si prestamos atención, podemos encontrar alegría y éxtasis en las cosas más simples o en las experiencias más habituales. Hay quienes dan con alegría, y esa alegría es su recompensa. – Khalil Gibran
Hay personas que siempre están de mal humor, incluso cuando les suceden cosas buenas, mientras que hay personas que emanan alegría y bondad, sin importar las dificultades que enfrentan. El secreto es que las personas que difunden alegría reciben aún más alegría en su lugar. La alegría debe ser el sello distintivo de la vida de un cristiano, un reflejo de saber que uno es amado por Dios, salvado por Jesucristo y comprometido a llevar a otros hacia él. – Papa Francisco